Guía sobre la autocustodia de activos digitales para instituciones
Los recientes acontecimientos en el mundo de los activos digitales han provocado un aumento de las necesidades de autocustodia por parte de los consumidores titulares de criptomonedas. Pero, ¿y qué ocurre con los usuarios institucionales? A continuación, analizaremos algunos de los retos y ventajas presentes para las grandes empresas.
Autocustodia: una tendencia indiscutible
La implosión de la plataforma de activos digitales FTX a finales de 2022 sigue provocando réplicas en el ecosistema de las criptomonedas.
Los factores que llevaron al colapso del segundo mayor servicio de intercambio de criptomonedas del mundo seguirán siendo motivo de análisis y debate durante años, pero lo que ha quedado claro es uno de sus efectos secundarios: el repunte de la demanda de autocustodia.
La frase “not your keys, not your coins” (si no tienes la clave, las monedas no son tuyas) se ha convertido en un mantra tras el caso de FTX.
Dejar las criptomonedas en monederos de intercambio centralizados va en contra de la filosofía fundacional de Bitcoin: dar a los usuarios el control sobre sus fondos sin necesidad de intermediarios, como los bancos.
Lecturas de base: Monederos de criptomonedas: guía de 5 minutos
Que la cantidad de BTC en plataformas de intercambio esté alcanzando nuevos mínimos, parece indicar que el nerviosismo se ha apoderado de los usuarios minoristas, y que ahora están buscando alternativas a la custodia de los sistemas de intercambio; una hipótesis que estaría respaldada por el récord en las ventas de monederos de hardware, como Ledger y Trezor, en las últimas semanas.
Sin embargo, es interesante destacar que el cambio de tendencia en los consumidores hacia la autocustodia ya se había iniciado mucho antes de la caída de FTX.
Un estudio de julio de 2022 sugirió que el sector de los monederos de hardware podría superar a las plataformas de intercambio de criptomonedas en 2027.
Retos de la autocustodia para las instituciones
Los usuarios minoristas tienen mucho donde elegir cuando se trata de opciones de autocustodia, aunque la configuración técnica (gestión de un monedero de hardware y claves privadas) puede suponer una curva inicial de aprendizaje muy pronunciada.
Para las instituciones, cuyos fondos habrían constituido el grueso de los afectados por el colapso de FTX, la situación es más compleja.
La configuración típica de un monedero de hardware único (clave privada y una frase de recuperación/frase semilla) es inviable a nivel institucional.
Además, las instituciones tienen requisitos complejos en cuanto a la gobernanza, la transparencia y la auditabilidad.
Veamos algunos de los principales retos y cómo pueden resolverse.
1. Gobernanza y permisos
Es importante que las instituciones no caigan en la trampa que puede aparecer al confiar la custodia a un tercero: tener un punto único de fallo en lo que respecta a la gestión de claves.
Esto puede dar lugar al peor de los desenlaces, como el caso de la muerte de un director general que provocó la pérdida de millones de dólares de fondos de clientes.
Del mismo modo, los permisos y las aprobaciones deben distribuirse adecuadamente para evitar cuellos de botella en operaciones empresariales esenciales, como los pagos en bloque o las nóminas.
Solución: Cuando hablamos de autocustodia, hablamos de crear un sistema seguro en el que solo personas o equipos previamente aprobados puedan crear y autorizar transacciones de acuerdo con las políticas de gobernanza de la institución.
Que haya controles claros en este sentido es esencial desde el punto de vista del auditor, como recalca PWC.
Una de las formas de gestionar este aspecto implica el uso de monederos multifirma.
El siguiente diagrama muestra cómo se pueden definir diferentes umbrales de pago para personalizar aún más el proceso de aprobación utilizando una plataforma como Fortris.
Las organizaciones pueden crear reglas de negocio que exijan que las transacciones por encima de un umbral definido deban contar con un número determinado de autorizaciones.
2. Seguridad de hardware
La clave de la autocustodia es que particulares e instituciones puedan “ser su propio banco”.
Y, con ello, surge la necesidad de proteger físicamente el hardware necesario para el almacenamiento de las claves, las copias de seguridad y los mecanismos de recuperación de cuentas.
Solución: Para las instituciones financieras, que conocen bien los aspectos físicos de la seguridad operativa, la construcción de un almacén seguro in situ es probablemente un obstáculo menos relevante que para las pymes o los usuarios minoristas.
Sin embargo, para que el proceso sea todavía más sencillo, se puede recurrir a un especialista en la logística de la autocustodia de tesorería con experiencia.
3. Informes y análisis
Una de las grandes ventajas de la solución de autocustodia para Bitcoin es que se aprovecha de la transparencia de la tecnología blockchain. Cualquier transacción que tenga lugar “en la cadena” puede localizarse utilizando un explorador de bloques disponible para el público.
Sin embargo, Bitcoin es un sistema privado por definición, lo que significa que el emisor y el receptor de una transacción están representados por cadenas de código. Los metadatos de transacciones en bruto de la blockchain no cumplirán por sí solos los requisitos de información de una entidad.
Las instituciones operan en el mundo de las divisas fiduciarias, en el que los informes del libro de diario siguen un formato estandarizado, y el seguimiento correcto de la base del coste de un activo digital puede tener implicaciones importantes a nivel tributario y de cumplimiento.
Las instituciones podrían terminar con dos conjuntos paralelos de datos que habría que conciliar manualmente.
Solución: Para evitar el trabajo manual en hojas de cálculo (una forma de operar imposible de escalar y un desperdicio de recursos de personal), las instituciones deberían recurrir a soluciones de software que integren a la perfección los activos digitales en los programas existentes de generación de informes y planificación financiera.
Para más información: Guía de prácticas recomendadas sobre la contabilidad con Bitcoin
Ventajas de la autocustodia y casos de uso
Además de las ventajas que ofrece la autocustodia a nivel de seguridad operativa, como la propiedad absoluta sobre los activos digitales y la eliminación del riesgo de contrapartes, hay otras ventajas importantes para las instituciones.
Auditabilidad
En un modelo de autocustodia, es más fácil rastrear las transacciones “en la cadena”, ya que no existe el riesgo de que un tercero mezcle los activos de una institución con los de otros clientes, lo que puede suceder cuando las plataformas de intercambio utilizan cuentas ómnibus en lugar de cuentas independientes.
En las cuentas ómnibus, los fondos se agrupan, mientras que, en las cuentas independientes, los fondos de los clientes se almacenan por separado de los de otros clientes.
Flexibilidad del modo de almacenamiento del monedero
Para una institución, tener el control total sobre los activos digitales significa poder decidir con libertad la combinación de monederos fríos, templados y calientes que desea utilizar en función de sus requisitos operativos y políticas de gestión de riesgos.
Lecturas de base: Los diferentes tipos de monederos de criptomonedas
Acceso rápido
En el caso de aquellas instituciones que decidan optar por un modelo distinto a la autocustodia, recurrir a un custodio de criptomonedas cualificado puede ser una alternativa atractiva al almacenamiento en plataformas de intercambio. Los procesos avanzados de seguridad y preservación de los custodios ofrecen un nivel de tranquilidad, especialmente para las empresas no nativas de criptomonedas.
Sin embargo, la principal desventaja de los custodios reside en el acceso a los fondos, que suele requerir tiempo y generar fricción. La función esencial de los custodios es ofrecer un almacenamiento seguro (y desde luego lo hacen), pero este modelo puede resultar poco práctico para las instituciones que necesiten operar con sus fondos con cierta regularidad o con poca antelación.
Diversificación de la custodia
Como hemos visto, la autocustodia sobre los activos digitales ofrece múltiples ventajas para las instituciones, pero ¿es realista pensar que este modelo puede satisfacer todas las necesidades de una organización?
La realidad es que, muy posiblemente, las instituciones tendrán que recurrir a soluciones personalizadas que incluyan diversas opciones de custodia. Por ejemplo:
- monederos fríos autocustodiados de alta seguridad para las reservas de tesorería;
- monederos templados o calientes con fondos operativos para las transacciones del día a día;
- monederos de intercambio para negociar.
Los activos se pueden transferir entre los diferentes monederos según se necesite.
Sea cual sea el modelo de custodia que elija la institución, es importante que incorpore las herramientas financieras necesarias para su gestión de acuerdo con las prácticas recomendadas contables, y para la máxima eficiencia operativa.
Fortris handles digital asset treasury operations for enterprise business.
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